miércoles, 23 de mayo de 2012

Y para terminar... el final

Hay tantas paradojas en el mundo..., la hay de todo tipo, pero a propósito de la didáctica se me ocurre una. Resultaría del siguiente método: a través del paradigma sociocrítico sacar conclusiones de tipo conservador tradicional. Es decir, si educando en una búsqueda de la justicia social en un determinado aspecto y por una dialéctica ascendente (según la nomenclatura platoniana) llegáramos a que la solución deba darse aplicando algo que ya se había hecho antes o haciendo que lo que se está dando se aplique bien de verdad. Por ejemplo, si descubrimos entre todos que para llegar a una igualdad entre hombres y mujeres no es necesario poner una faldita intermitente en los semáforos para peatones. Comprendiendo que en ese caso, un icono que no lleve un distintivo no es discriminador, sino al contrario. Comprendiendo así que hay elementos en el lenguaje, o en la vida cotidiana que no son restos de una cultura tradicionalista machista, ni un pensamiento conservador, sino que atiende a una búsqueda de coherencia, mediante el uso de la lógica.


Otra cosa bien distinta es lo que criticaba Paulo Freire. Él hacía una crítica de la mentalidad neoliberal-tradicional según la cual "las cosas son como son porque no pueden ser de otra manera". Pero el propio paradigma promovido por postmodernistas permite criticar lo que aparentemente es la solución desde una perspectiva socialdemócrata, siendo críticos con lo que se supone que es progreso para el ser humano y lo que se supone que es mejor para el ser humana porque siempre ha sido así (caricatura de los paradigmas postmodernista y positivista).

Es innumerable número de ocasiones que hemos dicho que no hay un método educativo infalible que no sirva en todos los casos. No es bueno obsesionarse con un método educativo (aunque el docente no sea consciente de que está utilizando un método educativo), sino ir a lo que necesitamos obtener y preguntarnos qué método es el mejor, cómo evaluamos, cómo lo desarrollamos.

Así, no podemos dudar, que la opción más correcta por ejemplo es la que toma el profesor del documental 'Ser y tener' a la hora de dejar a su alumno de cuatro años sin recreo con el fin de terminar una tarea. En este caso no se deja la libertad absoluta al discente, pero esto es debido a su edad y su capacidad. Aún así el profesor toma medidas diferentes para cada alumno centrándose en el caso particular de cada uno y atendiendo a las competencias que la ley indica que cada alumno debe tener al finalizar la etapa escolar. Podríamos pensar que algo así podría hacerse en cualquier caso, esto es, si un alumno en un curso no ha adquirido las competencias correspondientes a ese curso, podríamos dejar que pasaran al siguiente y que fuera en éste donde adquirieran las que no han logrado adquirir y las nuevas del otro curso. Pero si buscamos la practicidad nos damos cuenta de que en cursos de 60 niños con 3 ó 4 líneas funcionar así dificultad el aprendizaje.

Llevado al extremo la instrucción o la educación más rígida de los primeros años de la infancia llegamos a lo que vemos en la película 300, donde vemos reflejado el sistema educativo de la sociedad espartana. Vemos que la imposición de conocimientos (ya no mencionemos ya la sociocultural) no aparece únicamente en esos primeros años de la niñez o en el ambiente educativo informal familiar, sino que desde que nace hasta que muere, la liberad de un espartano quede sometida al servicio de Esparta. Esto se da gracias a un estudiado y riguroso sistema educativa, denominado Agogé, que abarca todos los ámbitos de la sociedad. Un caso semejante al de un monarca (incluso en la actualidad) que desde que nace está predestinado a ocupar un lugar en la realeza del país y debe recibir una educación que le oriente a desempeñar esa función, o también sin ir más lejos (no tan radical) lo vemos en aquellas familias donde los hijos obligados por los padres y acompañados de un proceso motivacional deben dedicarse a ejercer la misma profesión que ellos. En este último caso no vemos que la elección predeterminada haya sido con el fin de servir a la institución del Estado, sino a algo que algunos pedagogos consideran institución: la familia.

Iván Illich, pensador, que apostaba por una sociedad
desistitucionalizada, empezando por una desintitucionalización
en la eduación. El extremo opuesto a la Agogé.
En la película 'El amor tiene dos caras' vemos a dos estilos distintos, que toman elementos de las dos circunstancias mencionadas anteriormente. Por un lado a una profesora de universidad que utiliza el romanticismo sentimentalista de la poesía apelando a una identificación del alumnado con el contenido de su asignatura de literatura. Este estilo guarda parecido con el del profesor francés del documental, ya que ambos tiene la comunicación con sus alumnos como un punto importante en la enseñanza y utilizan estrategias psicológicas dirigidas a la mejora actitudinal del alumnado, y que sea esto lo que les impulse al conocimiento de la materia. Por otro lado vemos en el mismo ambiente (el universitario) la utilización de elementos comunes con el sistema espartano, ya que ambos parten de unas ideas como verdaderas y necesarias para la formación del individuo. Aunque queda muy lejos del propósito de la Agogé, el profesor hace el papel de transmisor de contenidos utilizando como herramienta la escritura y el lenguaje, así como los espartanos tenían como herramienta el adoctrinamiento en el arte de la batalla.

Mi valoración en cuanto a la escena en la que vemos el singular método de la profesora de Lengua en la película 'Diarios de la calle', es que es un reflejo de una posible excepción de la implantación de un modelo sociocrítico en el ámbito escolar de la educación. Porque la actividad de los puntos comunes de los alumnos  para unir a los compañeros reúne muchos elementos de tipo sociocrítico: metodología grupal, transformación por concienciación en el colectivo al que va destinado, pero rompe con la regla emancipadora de este paradigma. ¿Por qué lo hace? Porque esa emancipación física ya se da, busca otro tipo de emancipación: que ellos mismos rompan con los prejuicios. Esta carácterística es una de las que, objetivamente, resulta más positiva de este paradigma que resulta tan amplio, y como contrapartida tan antinatural y contraproducente para muchos. Pero que es el único sistema que tiene de partida esta ruptura de los prejuicios en búsqueda de una transformación social que abogue por una mejora y justicia social. Dando también de partida (influenciado por la ideología) unas claves que definen que es lo justo.

Después de todo lo que he visto de este paradigma hecho modelo, método y llevado a las clases he de evaluarlo positiva y críticamente. Positivamente, porque me ha permitido (por los métodos y recursos que facilita) conocer la didáctica desde dentro, siendo y viéndome parte de un proceso educativo programado que me sirve para identificar y ver en la práctica como se realiza. Y críticamente porque el mismo paradigma me invita a ello. He aprendido que tanto para la enseñanza como para cualquier labor que tenga una base ideológica-ética-moral la creatividad, la tolerancia y la virtud son tres conceptos que deben aparecer y dirigir todo proyecto humano.

Doy las gracias a los que habéis seguido las entradas que he realizado y pido perdón por la mala expresión que suelo tener, así como por las erratas, la escasez de documentación y fuentes, y las faltas de ortografía. Un saludo. Sed felices y críticos con lo que os rodea.


viernes, 11 de mayo de 2012

Diferenciar para conocer

He de admitir que fue por esta asignatura (didáctica) por la que mejor empecé a conocer las funciones, ámbitos y contextos de las educación social. Primero se nos abordó en clase con todo lo relacionado con la educación, después poco a poco y con un tinte de seriedad se fuera metiendo los matices de la educación social, al terminar la asignatura en el primer cuatrimestre y llevar un gran recorrido del segundo puedo decir que ya sé lo que es la educación social.

Yo tenía bastantes de dudas en cuanto a las diferencias que existían entre el trabajador social y el educador social. Para mí fue muy esclarecedor a la hora de mandarnos en la primera EPD la profesora el trabajo de grupo que consistía en un diseño curricular, el hecho de que la profesor especificara que el proyecto de intervención debía ser para solventar necesidades educativas y no asistenciales para no pisarle el terreno al trabajador social (aunque a la hora de la verdad esta tolerancia de campo de trabajo sea difícil de aplicar). ¿Por qué se hace tan difícil no pisarse el terreno? Porque comparten tantos contenido. En otros países este es un tema de discusión. Pero lo que sí que es objetivamente palpable es que ambos existen para que las personas sean tratadas justamente en la sociedad en la que viven.

A continuación, parecerá que en un principio estoy desviando un poco la atención:

Como estudiantes y provenientes del bachillerato todos (o la gran mayoría, aquí la generalización se pasa de corta y construye así la exageración) teníamos un miedo terrible a hablar en público. He de corregir algo que ya he escrito, ya que a mi parecer estaría más correcto el expresar que el miedo no es a hablar en público, sino a ser escuchados y observados por un público. Aunque peco de precisión convirtiendo una aclaración en un sinónimo, con esto lo que pretendo es centrarme en que el temor que nos aparece y que tanto nos afecta a nuestra seguridad personal, se centra en la acción que realizan los observantes de un monólogo/ponencia pública más que en la que realiza el propio ponente. Diría que es así porque los que observan son los causantes de una situación. Esto puede parecer una tontería, pero me llama bastante la atención, y si nos centramos en dos sentidos se puede destapar. En primer lugar, en el del oído: si el público fueran personas sordas (y con dificultad o imposibilidad de leer los labios) el nivel de relajación del ponente subiría porque desaparecería una preocupación, la de hablar haciendo el esfuerzo de recordar y explicar coherentemente. En segundo lugar, la vista: si el público fuesen personas invidentes desaparecería la preocupación estética y de posicionamiento. Con esto quiero llegar a simplificar la situación de hablar en público, que por cierto es una de las competencias necesarias y que comparten un educador social y un trabajador social. En mi caso yo escribí un esquema en un papel a la hora de exponer en la EPD de Didáctica 'Planificar en medio abierto' y 'Descubrir contextos capacitadores', también me ayudé de tres diapositivas, pero el resultado final no fue bueno, porque yo quise exponer sin papel y me confié con tener en esquema del esquema que eran las diapositivas. No fue bueno porque por un lado miré de vez en cuando el esquema del papel y perdí demasiado de vista las diapositivas, y por otro lado mirar el esquema escrito y hacérseme eterna segundo que leía y no hablaba me despistó y me hacía decir cosas que yo si no hubiera habido gente (impaciente al fin y al cabo, como todos cuando escuchamos la versión de algo a lo que nosotros también hemos aportado nuestra propia versión).

En ese párrafo (este anterior) tenemos una actividad que podría realizar tanto el trabajador como el educador social, además de ser una competencia para ambos profesionales. Con el discurso de cualquier ponencia de ese tipo, en la que no hay un debate abierto sobre el contenido expuesto por el monologuista la acción social que se realiza es informativa (según la lectura de 'Diseño curricular') y además es de de tipo conceptual-cognitiva donde tendríamos la finalidad de transmitir conceptos, pensamientos o algún pensamiento. Pero también podemos poner en práctica, como nos reseña la lectura, la capacidad de hablar en público para sensibilizar, con lo que perseguiríamos unos fines actitudinales-emocionales. El primero es más apropiado didácticamente dentro de una sesión o de una concepción global academicista y el segundo de una academicista. Nuevamente vemos como se pisan el terreno, en una competencia que ambos necesitan la utilidad que encontramos de mayor utilidad forma parte de un proceso de enseñanza aprendizaje, propio de un educador social.


Os preguntaréis que a qué viene la fotografía de una casa colocada al revés sobre el suelo. Es la muestra de lo que hacemos un  montón de veces sin darnos cuenta: empezar la casa por el tejado. Para haber llegado a unas respuestas de movilización como es la de una charla-exposición oral (si las características del colectivo lo permiten/requieren) es necesario haber hecho un análisis de necesidades. Este análisis sigue un proceso muy lógico que se centra en el conocimiento de la realidad contextual del colectivo de actuación: con una descripción del mismo contexto, una ubicación de la situación, una recogida de información del conflicto, en este procedimiento debemos prever tanto la población con sus características esenciales como los recurso que utilizaremos. Como aporte al análisis, es de gran relevancia tener presente que éste es permanente, lo que conlleva al mismo tiempo a una evaluación constante, que no continua (esta se basa en una recogida de datos que se da a conocer al grupo evaluado para que mejoren, de tal manera que lo que se ha evaluado una vez se irá sumando a lo evaluable en momentos posteriores), elemento del que se ha dicho mucho en este blog. Y sí, estáis acertados si pensáis que también este análisis es compatible en un trabajador y en un educador social. ¿Pero que le hacemos?

Seguir desglosando, esta vez, otra acción social: la capacitación, que desembocaría en una consecución de habilidades. Éste proceso y medidas solo forman parte de las competencias del educador social. ¿Qué también lo es del trabajador social? Para eso existen dos opciones que aparecen en esta entrada: una, la de dejar un comentario para debatir, y otra la opción más probable, que yo esté confundido.

Acabo proponiendo una especie de adivinanza, si sabemos que el educador no es el sujeto en el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que lo es el educando (es el que HACE con mayúsculas) y el educador un director-orientador-colaborador en el proceso, ¿en qué proceso actúa y que papel tiene el trabajador social? He aquí una de las claves.

lunes, 7 de mayo de 2012

"¿Qué es el miedo en didáctica?"

"¿Qué es el miedo en didáctica?", todavía recuerdo el contexto en el que la profesora dijo esta frase. Era la primera lectura de la asignatura, 'Análisis de los paradigmas educativos consensuados. Crítica a los paradigmas educativos consensuados.' Ninguno de los compañeros que acabábamos de leer lo que llamábamos 'la lectura de los paradigmas' podíamos ocultar nuestra confusión, ignorancia, desconcierto o temor, ya que apenas conseguimos enterarnos de la mitad de los paradigmas que analiza y criticaba el autor del informe con la primera lectura. Esta confusión tenía su explicación: nunca habíamos estudiado ni leído nada sobre las ciencias de la educación y no manejábamos los términos que se exponían en la lectura, había otro plus que nos cegaba y nos impedía comprender el contenido, el miedo, el juzgar la lectura como difícil desde el principio. Apenas logramos entender el título y eso ya nos influyó para el resto de las páginas que componían el análisis y la crítica a los paradigmas educativos. Eso era la lectura, en primer lugar un análisis más objetivo de los paradigmas que considera el autor que abordan la didáctica, en esta exposición se acerca a la objetividad, aunque se denota gran subjetividad que lo aportan las valoraciones y críticas hacia los paradigmas. También explica porque ha incluido a cada paradigma como paradigma.


Porque sabemos que todo no lo podemos considerar paradigma, y esto lo tenemos más en didáctica una vez que conocimos los diferentes modelos de enseñanza, cada uno de los modelos no puede ser considerado un paradigma, pero sí que existe relación entre un paradigma y lo que deriva en un modelo de enseñanza, como puede existir esta relación entre el  positivista y el modelo academicista. Es cierto que la parte útil del paradigma es el modelo en sí porque es lo más palpable, pero hay un razonamiento debido a la ideología, creencias e intereses de un pensamiento filosófico-político detrás de cada uno.

Volviendo a lo del miedo causado por algo que rompe con lo que nos esperamos o estamos acostumbrados a vivir (y que posteriormente desemboca en lo que puede ser un sesgo de rechazo hacia lo que no entra por nuestro filtro de la razón), este 'fenómeno' es algo que no sólo le ocurre a jóvenes estudiantes como a nosotros, sino también a cualquier persona, a nuestros docentes, los que fueron docentes de nuestros docentes, a los jefes de nuestros docentes y a los jefes de sus jefes, así hasta llegar hasta la cúspide de esta pirámide jerárquica o estructuración funcional (si es que así nadie es ofendido).

Lo que más llama la atención de este miedo a lo desconocido es la reacción y las consecuencias que provoca en quien lo padece. Ayer mismo lo vi en un rector (por eso digo que hasta en docentes de nuestros docentes o en jefes de nuestros docentes lo podemos ver), el rector de la Universidad Internacional de La Rioja (una universidad privada virtual, en la que por cierto se oferta las titulaciones de Trabajo Social y la de Educación Social), éste señor dijo unas palabras un tanto despectivas sobre los pedagogos, refería sobre ellos que se creían saber la manera adecuada de cómo dar clases, que se habían metido en la enseñanza primaria, secundaria y bachiller y que ahora pretendían lo mismo con la enseñanza universitaria, añadía que pisaban el terreno a los profesores, y todo esto salió a propósito del Máster requerido para los licenciados/graduados que pretendan dedicarse a la docencia. Además manifestó un rechazo (no menos despectivo) a la ideología de izquierdas y al paradigma científico-político-educativo ambientalista. El ambientalismo es una corriente que es el extremo opuesto al innatismo y que trataron de que cayera por su propio peso los precursores del paradigma sociocrítico como Paulo Freire en su pedagogía de la liberación o José Gimeno Sacristán (figura más destacada en España de esta pedagogía, y mencinado en varias ocasiones en este blog). Sabemos en la actualidad, y esto es innegable que el innatismo es erróneo y que está lleno de prejuicios y estereotipos. Por lo tanto este señor, el catedrático D. José Mª Vázquez García-Peñuela o cualquier otra persona que rechace es exclusivamente porque el miedo a lo desconocido ha desencadenado en él un sesgo de confirmación que le hará rechazar lo que no entra dentro de se parecer.

D. José María Vázquez García-Peñuela, Catedrático de Derecho eclesiástico y rector de la UNIR.

Esto no sólo pasa con educación o política, pasa diariamente cuando no nos enfrentamos a los miedos y dejamos que el tiempo sea el que supere estos miedos, y nos equivocamos, porque es cierto que el tiempo hará superar los miedos, pero sólo lo superaremos de verdad cuando participemos activamente por descubrir que es lo que hay más allá de las apariencias. Así despertaremos de verdaddel letargo de una vez a nuestra amiga la ignorancia.


sábado, 31 de marzo de 2012

Defender los derechos es deber de todos

Como veis me toca retomar el blog, terminarlo más bien. He de continuarlo porque lo que llevaba hasta ahora era insuficiente para poder aprobar la asignatura. Por mi parte el fracaso que ha supuesto sus penderla la asignatura no ha sido muy grande, porque era de esperar, yo mismo era consciente de que no tenía nada de constancia y continuidad para publicar entradas. No he sabido utilizar bien la libertad que se nos daba para ir entregando el blog: sabíamos que empezábamos cuando quisiéramos y lo dejaríamos cuando creyéramos que sería suficiente; en ese proceso también sabíamos que necesitábamos tener una orientación de la profesora en nuestra primera entrada para que nos pusiera una primera nota de la que partir para continuar nuestro blog.

Como digo sabiendo esas condiciones que sería necesarias para tener aprobada Didáctica hice una primera entrada, conocí una valoración de la profesora y me relajé. Tenía ideas para algunos temas y EPDs que tratábamos, incluso me leí la primera lectura obligatoria y casi conseguí entenderla, pero me mató el no tener un mecanismo de control sobre el blog a excepción de la sensación propia de que el cuatrimestre acababa y las veces en que Almudena nos recordaba que el tiempo se agotaba para terminar el blog. Esa responsabilidad de que fuera yo el que decidiera cuando hacer revisión de las clases de Didáctica y cuando escribir de ello no la manifesté como yo esperaba en un principio. Pero sí que la manifesté, porque ser responsable es ser consciente de lo que uno hace dándose cuenta de que las decisiones que toma las hace por cuenta propia y no se sirve de excusas que le rebajen su culpa (porque cuando es mérito de lo que nos rebajamos es muestra de humildad y eso no te quita conciencia de tu acción exactamente).

Esta responsabilidad ética de la que hablo no tiene nada que ver con la responsabilidad profesional de un educador social, eso es otra cosa. La responsabilidad profesional en este trabajo no es sólo ser consciente de que hay personas que dependen de ti, ni tampoco es solo es hacerse cargo  de un grupo procurando no sobrepasar unos límites que están dentro del conocimiento de toda persona, porque si no entraríamos en el libre albedrío profesional. Por esto esta responsabilidad está regulada por el código deontológico del educador social a modo de normas que establecen deberes y mínimos a seguir, por supuesto, como todos suponemos en cada ámbito de trabajo encontraremos otras responsabilidades específicas. Volviendo al principio de este párrafo y cayendo en lo que puede considerarse una obviedad, sabemos que no es la misma responsabilidad (la laboral nuestra que la de un estudiante) porque lo nuestro es un trabajo en el que si nos colocamos más concretamente en el ámbito de la intervención estamos con personas que confían en nosotros para poder tener un sitio en la sociedad y hacer una vida ‘normal’ (palabra odiada por los antropólogos) en ella y utilizar mal esa confianza, ser negligentes, o cometer ciertos errores pone en entre dicho no sólo nuestra profesionalidad, sino la dignidad del que necesita esa intervención. Creo que esta puede ser una de las claves del fracaso de los educadores en general, los decentes no le dan la seriedad que requiere  a su propia actividad. La mayoría sabemos la relación que tiene todo médico con el juramento hipocrático, éste es un código ético que le hace adquirir la responsabilidad de su trabajo al médico, en cuanto al profesorado, en la mayor parte de los casos no se da cuenta de que el discente es otro paciente en sus manos, que será ejemplo y/o modelo del discente en muchos casos (quiera o no) y tiene el deber de cuidarle y recetarle lo mejor para su dolencia o enfermedad (salvando las grandes distancias). Este ejemplo de la docencia y la medicina también lo pone en varias ocasiones el didacta nombrado en otras ocasiones en este espacio Gimeno Sacristán. Si seguimos insistiendo en el discurso de este señor, donde defiende la necesidad de la vocación para el educador, nos aporta cosas como que el educador es intermediario de un derecho universal: la educación, por esto debe mostrar su esfuerzo porque la educación llegue al alumnado.  Analizando esta afirmación suya e invirtiendo los roles ahora, un médico es intermediario de derechos también, concretamente dos: el de la sanidad y el de la vida, ambos incuestionables por muchas vueltas que quiera darle y contradictor de turno. Por lo tanto si un educador independientemente de sus creencias e ideologías debe garantizar que la educación llegue a los que deben recibirla, un médico (entiéndase si se quiere más ampliamente a cualquier otro profesional que se dedique a trabajar en el ámbito sanitario con personas) independientemente debe garantizar por todos sus medios curar a una persona y cuidar la vida tanto como esté en sus manos. Un docente por sus ideología podría educar de una manera u otra, incluso los contenidos podrán cambiar o verse modificados respecto a otro docente, pero educar tiene que hacerlo, lo mismo ocurre nuevamente con un médico, indistintamente de la ideología debe sanar, curar y salvar vidas, nunca hacer apología de lo contrario (aunque el médico después en su casa fume o se drogue, perjudicando su salud) ni mucho menos practicar lo contrario. Por supuesto el educador debe defender el derecho a la sanidad y a la vida, el médico el derecho universal a la educación. Imaginaos si no un profesor que defienda una educación de calidad, pero que esté en contra del derecho a una vivienda digna, no sería compatible que este profesor intentará transmitir a los discentes que están bajo su responsabilidad una serie de conocimientos acompañados de esa disconformidad con un derecho universal de toda persona. Tampoco un profesor o educador en su labor podría promover el rechazo a salvar la vida de un persona inocente (sin voz ni capacidad de elegir), por muy defensor fervoroso de estas medidas antivida y antihumanas que se caen por su propio peso.

Sí me refiero al aborto nuevamente, se me veía venir, ¿verdad? Los que me conocéis o leéis un poco os esperarías algo así. Porque al igual que el paradigma positivista está más que anticuado en la educación social para muchos casos y en la enseñanza formal poco a poco cada vez más también, también está también anticuado el argumento del derecho a elegir. Todos sabemos que el sector de la sociedad que defiende con mayor fuerza el no abortar, o mejor dicho ataca con más fuerza al aborto es la Iglesia Católica, basándose en su doctrina y en la ética cristiana. Pero no es necesario irse a la Biblia para encontrar que el aborto es malo o inmoral. Poniendo un poco de sentido común, mirando por nuestros conciudadanos y con una postura abierta y flexible podemos llegar a cualquier razonamiento que desemboque en las múltiples facetas negativas del aborto. Si alguien está interesado en este tema le recomiendo un libro que encontré el otro día en la biblioteca de nuestra universidad en la sección de filosofía, se llama “El aborto: implicaciones políticas” de Michel Schooyans, y es de lo mejorcito que he leído con respecto a este tema que sigue siendo uno de los debates más sonados hoy día y que aun no se ha superado. Curiosamente, éste es uno de los pocos temas de los cuales no se ha debatido, ni apenas hablado en ninguna de las doce asignaturas en las que estoy matriculado este curso, y de pocos debates no nos podremos quejar precisamente. Recuerdo que en alguna clase sí que se habló algo del comentario de Gallardón en el día internacional de la mujer, decía que la mujer era víctima de la violencia estructural, referido al tema del aborto. Rápidamente sí que hubo comentarios tachándolo de demagogo por utilizar una terminología más de izquierda para un tema considerado más conservador como el defender la maternidad y con el plus de meter a la mujer de por medio. Si en esta carrera se promueve que desechemos los estereotipos y prejuicios no estamos yendo contra eso si defendemos que un político de derechas no puede utilizar así un concepto primitivamente de izquierdas. En esta ocasión no se generó debate por el hecho de que “no nos vamos a poner a debatir sobre el aborto”, pero si consideráramos el aborto como algo negativo, la afirmación de Gallardón sería más respaldada, como sería utilizar el concepto violencia estructural para la pobreza, racismo, marginación o explotación obrera.

Al leer el título de este libro me esperaba un libro enter que defendiera el derecho a decidir en caso de embarazo, pero encontré en sus páginas argumentos y explicaciones muy interesantes, para defender la vida que apelan a todo tipo de lector.

Ojeando los dos párrafos anteriores al que nos encontramos ahora, me he dado cuenta de que  a lo mejor me he desviado un poco del tema y me he ido un poco por la ramas. Mi intención era exponer la idea, al hilo de los argumentos de Sacristán, de que en dos perfiles tan imprescindibles y cargados de responsabilidad en una sociedad es sumamente necesario concienciarlos de que no hay argumento posible para defender ‘el derecho a decidir’ en este caso.

Terminaré con dos fragmentos del libro que he mencionado antes, el primero es de la contraportada del libro:
“Liberalizar el aborto supone conculcar la regla de oro de la moral universal: -No hagas al otro lo que no quieras que te hagan a ti.- […] El aborto no es una necesidad, sino una imposición; no es una solución, sino un fracaso. Su adecuada prevención exige al Estado y a los ciudadanos un programa educativo y de promoción, del niño, de la mujer y de la familia”.

El segundo se encuentra en una de las páginas del libro:

“Lo que dijo un teólogo de la liberación, Lacordaire: -Sépanlo, pues, los que lo ignoren, sépanlo los enemigos de Dios y del género humano, como quiera que se llamen, que entre el fuerte y el débil, entre el rico y el pobre, entre el amo y el sirviente, es la libertad la que oprime y la ley la que libera-.”

PD: me disculpo si el tono sentencioso que he utilizado en algunas explicaciones ha ofendido al lector, pero a veces hay que afirmar con seguridad e irse a analogías del extremo contrario para entrar en razón.

jueves, 2 de febrero de 2012

Y... ¿Será suficiente con esto?

Esta será mi última entrada, y al contrario que la mayoría de mis compañeros no recurro a una despedida como título ni nada parecido, solo me pregunto si el contenido de las entradas que he ido publicando estos últimos días será el suficiente para ver un aprobado en la nota de Didáctica de la Educación Social. Porque sí en efecto reconozco que no pensaba cuando conocí la asignatura que este fuera uno de mis párrafos en la última entrada de este blog. Pero bueno, esto demuestra cierta evolución, un cambio de parecer que se debe a circunstancias que no había contemplado al principio de curso y cuando pretendía hacer mínimo una entrada cada dos semanas. Ahora lo que tengo para que se me evalúe son siete y en las que he intentado meter todo el contenido que hemos en la asignatura de una manera u otra y eso sí como si el contenido fuera un calcetín y lo quisieras meter en una cajita de clips, algo así.


Como esta es mi última entrada lo dedicaré principalmente a hablar y a evaluar aquello que más me ha aportado durante los cuatro meses, el modelo sociocrítico de enseñanza. En primer lugar porque era bastante desconocido para mí, nunca lo había sufrido en mis carnes, ni siquiera era capaz de identificarlo en ningún caso y por eso sentía curiosidad - que ayuda mucho a retener conocimientos-. Y a parte de eso porque al conocer los elemento curriculares del modelo me di cuenta de que nuestra profesora de la asignatura de Didáctica se basaba en el modelo para dar sus clases, ahora voy a explicar en el siguiente párrafo como me di cuenta de eso, y así que me acusación este argumentada:

Por como hablaba del modelo, el tona, se le notaba cierta preferencia, y siendo didacta es lógico que por un modelo didáctico por el que sientes preferencia lo utilices tú. Por los recursos que utilizaba en las clases, material que atendía con mayor o menor retardo a las necesidades e inquietudes de los alumnos de la clase o de la sociedad. Por el tipo de evaluación, en la que desechaba el típico examen a final del cuatrimestre y apostaba por una evaluación continua de verdad por la que podíamos conocer nuestro evolución, además por este tipo de evaluación somos nosotros (los discentes) los que tenemos la libertad con la que decidimos cuando mostrar lo aprendido. Por el interés y la capacidad que demostraba para cambiar la planificación de un clase atendiendo siempre a las necesidades, que son las que en ese momento forman parte del contenido de la asignatura. Porque la profesora nos hacía cuestionarnos todo lo que concebimos como 'verdad' indiscutible o absoluta para sacar nuestra propia verdad. "No existen verdades absolutas, todo es relativo", esta afirmación también la extraemos, implícitamente del fragmento de la película Lugares comunes, que vimos en las primeras semanas de clase sin saber que el modelo propio del profesor también era sociocrítico, ya que podía confundirnos la metodología del profesor de literatura, aunque el espíritu del discurso es sociocrítico, por tanto su modo de enseñanza en sociocrítico, lo mismo ocurre con nuestra profesora, aunque introdujera en algunas clases elementos curriculares más propios de otro modelo siempre era fiel al modelo sociocrítico.


Lo que he vivido en las clases de Didáctica de la concepción sociocrítica en la enseñanza me permite cuestionar también algunas cosas del modelo; a partir de la afirmación "no existen verdades absolutas, todo es relativo" que me invitó a reflexionar, pude sacar la conclusión de que esa afirmación va en contra de lo que ella misma defiende, ya que no hay nada menos relativo y menos absoluto que enunciar algo así, negar la existencia de verdades absolutas es algo absoluto. Algo relativo, en todo caso sería decir que puede que existan verdades absolutas o puede que no, si no caeríamos en el escepticismo metódico, más que una duda metódica con ánimo de construir algo que sea difícil de derribar. Encontrar algo universal que vale para todo el mundo, sí que sería verdaderamente haber despertado el dolor de la lucidez, que la razón (por muy brillante que sea) no alcance a entender la fe, o que se sepa que algo es de un manera inmutable y que no podamos descubrir.

Una de las frases literarias que más me gustan es aquella que sale en el libro de El principito, se la dice el zorro al principito: "lo esencial es invisible a los ojos". También he escuchado muchas interpretaciones de esta frase (apoyaría la tesis de que todo es relativo), desde puntos de vista anarquistas, hasta cristianos. Lo que sí puedo afirmar es que por muy relativista o escéptico que pudiera ser el autor del libro, el pensaba en una idea, no estrictamente inamovible seguramente, pero si cercana a ello. Por lo que en la mayoría de los casos no son malas las verdades absolutas, sino que puede ser también que nosotros en buscando nuestro propio interés nos valgamos de el argumento infundado de que todo es relativo, para ignorar lo que puede ser verdad y nos perjudique. En mi análisis propio de la frase diría que va al fondo de que el hecho de que no podamos observar (por los cinco sentidos por más que indaguemos) no quiere decir que no exista, no sé si un anarquista o un cristiano estarían de acuerdo en esto, pero sí que pienso que debe ir por ahí.

Adios -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser
más simple: Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo
esencial es invisible para los ojos.
Algo que para mí resultó inquietante desde que empezamos la asignatura, era que alguien me estaría enseñando cómo se enseña, eso me descolocaba, porque en todo momento lo que aprendía debía comprobarlo con ella, para comprobar si lo aplicaba y precisamente así fue como di con el modelo que predominaba en sus clases. Por lo tanto una fuente de aprendizaje para mí se puede decir que ha sido en gran medida la observación de la didáctica de las clases de Didáctica, lo que se podría decir que me fijaba más en algunas ocasiones en la forma que en el contenido.

También hemos tocado el modelo sociocrítico visto desde fuera en las clases, como por ejemplo en la ponencia de José Gimeno Sacristán, defensor del modelo. Del discurso lo que más destaco es el símil que hizo entre un profesor y un médico; al igual que un médico tiene que mirar por la necesidad del paciente, e profesor debe hacerlo por sus alumnos, y por otra parte a un médico a un médico se le puede castigar por negligencias con los pacientes, pero a un profesor no por irregularidades didácticas. Otra cosa que me llamó la atención fue cuando contó que un profesor convierte un rol pasivo en activo, es decir, como le han enseñado, él enseña, por inercia, sin pararse a pensar en lo que es mejor para el alumnado; esto pone de manifiesto que es difícil enseñar, que es costos, pero precisamente por esta razón es importante que guste enseñar, porque un profesor se verá con muchas dificultades. Y el amor a la enseñanza hace más fácil superarlo. En este tema insistía Gimeno Sacristán en que si existe defecto vocacional en esto se debe acudir a la responsabilidad profesional. Ya que la educación es un compromiso con la sociedad.


Mi aportación a la ponencia de Sacristán es la siguiente: en la sociedad no existe conciencia de que la educación sea algo tan importante, y esto ocurre porque la gente se cree que existe un límite para aprender, se cree que a partir de una edad ya no se aprenderá nada nuevo en ciertos aspectos. Y por otra parte está en que a la educación primaria se le subestima, a ella y a los maestros, y que la mayoría de los profesores de la E.S.O no entraron en sus carreras pensando en que iban a dar clases, y una vez que inician su labor como docentes se les hace difícil transmitir el interés por la asignatura, ya que a veces ni ellos mismos lo tienen. Para finalizar mi comentario sobre las palabras de Sacristán, he decir que los comentarios antiderechistas que hizo benefician en poco a la imagen del modelo didáctico que él defiende, ya que favorece a la estereotipación.

Por último he de agradecer a los lectores del blog su tiempo, y pedirles disculpas por haber me dormido y haberme puesto las pilas al final, me gustaría haber contado mucho más, pero no he podido. Para mí aunque haya sido más al final, me ha ayudado mucho, sobre todo a ejercitar mi capacidad de síntesis y descubrir mi capacidad para seleccionar la información que metería en cada entrada, intentando que no se quedará nada de lo dado en clase fuera. No sé si tendré la ocasión para recompensarles, espero que si a alguien le empezó gustando la primera entrada no se haya sentido defraudado con las demás. Un saludo a todos. ¡Sed felices!

miércoles, 1 de febrero de 2012

Tirando de ironía y metáfora

Todos sabemos que el ser humano, las personas, no somos un animal más, ¿por qué?, obviaré esa respuesta, antropólogos, biólogos, filósofos y teólogos tendrán cada uno una respuesta diferente, posiblemente desde un punto de vista diferente también.

Aunque lo que voy a introducir ahora no está muy enlazado con lo que he dicho en el párrafo anterior, si que aporta un ladrillo más en la construcción de la respuesta al "¿por qué?". Algo propio del ser humano más que de ningún otro animal es la debilidad física, lo demostramos desde el principio, dependemos de otros de nuestra misma especie para poder sobrevivir aunque sea un par de días en el momento de nuestro nacimiento. En ese momento, el mundo es un lugar demasiado peligroso para nosotros, hasta ahí nadie puede negar que sea mala toda ayuda y cuidados que nos puedan dar. Ocho años más creo que tampoco dudaría mucha gente de la necesidad de cuidados. ¡Ah!, perdón, claro, ¡la esclavitud!, que somos esclavos de nuestra cultura, es verdad, lo había olvidado, ¡qué tonto soy!, tanta Antropología Social y Cultural para nada. Lo explico: a los ocho años ya sabemos hablar un idioma propio de nuestra cultura y no de otra, hasta ahí hemos sufrido una gran manipulación. Tenemos unas creencias transmitidas por nuestro ambiente y sociedad, y hablamos una lengua (con un acento característico) y no otra. 

Según muchos autores de los que he estudiado este primer cuatrimestre,
éste en un ser que está predeterminado a pensar de una manera, no por
su influencia genética, sino por su ambiente, cultura y sociedad.
Entonces digo yo, la solución para no contaminar a nuestros hijos por nuestra cultura, ¿cual es?, aprender nosotros los miles de lenguas que existen en el mundo y enseñarle todas y que el elija, ¿no? O recorrer las distintas sociedades y que el vaya descubriendo a cual quiere pertenecer también, ¿no?. O quizá realizar una tesis doctoral de ideologías políticas universales para mostrárselo, o ¿por qué no? hacer que soy agnóstico, ateo, y que creo que unos pocos de dioses y después les mando a un colegio de curas o monjas para que conozcan otra religión más, así por mi parte conocerán el agnosticismos, ateísmo y politeísmo, y por otra parte el cristianismo, ¡ah!, pero es que aquí hay otro fallo, en el Colegio les manipulan, entonces les cegarían con una única religión verdadera. Y por supuesto, ¿las demás religiones monoteístas no existen?

Perdonad el 'popurrí' de preguntas e hipótesis que os he ido poniendo. Pero, he escuchado tantas ideas durante este curso, que llevarían a esta única solución (plagada de ironía por mi parte) que de alguna manera debía mostrároslo. Además, así aprovecho para explicaros la importancia de un modelo de enseñanza aprendizaje que recibimos (y casi con total seguridad, muchos demos algún día) durante los primeros años de nuestra vida (en algunos casos se alarga más), en todos los contextos posibles, hablo del conductismo. Y bueno ya pongo los posible ejemplos que se me vienen en los diferentes contextos: en el ámbito formal, en la etapa de Educación Infantil (más comúnmente), incluso en E.P. o E.S.O. en las que el profesor motiva el aprendizaje de los alumnos mediante la estrategia estímulo-respuesta (los alumnos saben que actuando de una manera u otra tendrán una reacción positiva o negativa por parte de docente); en el ámbito no formal, en una sesión de entrenamiento de una disciplina el entrenador castigará o premiará (con ausencia de castigo normalmente) a los deportistas si en un ejercicio alcanzan o no los objetivos; y en el ámbito informal, a este es al que iba a parar desde el principio de esta entrada, de como necesitamos de alguien que guíe nuestro comportamiento, nuestro aprendizaje, porque si no tuviéramos a nuestros padres que hasta que consiguiéramos concienciarnos de algo importante no paraban, muchos no hubiéramos adquirido estas actitudes y aptitudes que ahora nos hacen descubrir por nosotros mismos ideas, teorías, sentimientos por nosotros mismos.

Porque todos sabemos que la vida no es color de rosa, y muchos dicen que hay que estar preparado para lo peor. Mejor que te hagan consciente de los peligros (aunque sea desde la subjetividad) que tengas que enfrentarte tu a ellos desde que tienes tres años con capacidad para andar y hablar. Porque entonces podríamos decir que a un ciego a quien le guía una persona, tampoco es plenamente libre, y por hacer alarde de liberal tapamos el mérito de la labor de guía que realiza el que conduce, siempre que se haga con buena intención, por supuesto.


En el conductismo ocurre, como en cualquier otro modelo que podamos utilizar, estará bien utilizado siempre y cuando se persigan unos objetivos (más importancia tienen los objetivos en este modelo que en ningún otro) que ayuden al individuo en su desarrollo como persona y vayan acompañados de unos medios que no superen la barrera de lo ético, medios como el respetar las diferencias entre los destinatarios, que el docente no haga uso abusivo del control que ejerce sobre los discentes y que el método de estímulo-respuesta que utilice no vaya contra la dignidad de la persona.

Vuelvo a lo de los objetivos, y es que este elemento curricular en mi opinión es lo que mueve el resto de currículum. Ya que un objetivo se puede alcanzar por muchos caminos, pero hay objetivos que marcan directamente una forma de conseguirlo, y reitero siempre y cuando el objetivo a conseguir sea apropiado para la persona, podemos decidir que modelo o modelo puede predominar en nuestro currículo como docentes, dependiendo siempre también del contenido que se quiere hacer conocer a los destinatarios y por supuesto contando con el grupo destinatario. El resto, coser y cantar, sin perder de vista lo más importante a la hora de empezar a planificar: ser coherentes. Que no nos encontremos con unos objetivos que no hayan atendido a las necesidades reales de los discentes o que utilicemos una metodología que no se adecue a los objetivos (y así decenas de combinaciones), si no, ¿qué tipo de Educadores Sociales seríamos?

Nunca dejamos de ser lazarillos porque en el momento en el que marcamos un objetivo es con el fin de ayudar que la persona supere el obstáculo que le cuesta o no sabe que puede superar, o en el momento que hemos dado un orden a la solución de necesidades, o eligiendo un vídeo y no otro y otra clase. Guiamos a ciegos, nos guste entenderlo así o no. Bueno, corrijo, de acuerdo con lo aprendido en sociología tendría que afirmar lo siguiente: guiamos a personas videntes en una sociedad de ciegos.


domingo, 29 de enero de 2012

Enseñar a sentir y a empatizar

¿Se puede enseñar a sentir y a empatizar en las aulas? Es decir, ¿podemos fomentar en el colegio o en el instituto que los niños la búsqueda de la felicidad y se pongan en el lugar unos de otros?

Normalmente los 'profesores más progresistas' que tienen métodos de enseñanza que no son el academicista, recurren a elementos curriculares del modelo cognitivista, haciendo que los muchachos piensen y así lleguen a la solución de un problema de matemáticas o física, a la interpretación de un comentario de texto intuyendo por sentido común la función de algún término desconocido. Este modelo pretende el desarrollo de los procesos mentales y es un modelo que entretiene y que permite el desarrollo de los procesos mentales. No suele resultar tampoco aburrido para el discente y aunque no es tan cómodo para el docente, pero sí que le garantiza que sus alumno han pensado y le han dado vueltas al tarro.

Pero existe otra alternativa en la educación donde se fomenten valores, actitudes o interrogaciones sobre cuál es nuestro lugar en el mundo. Hay un modelo que permite esta manera de enseñar, hablamos del modelo humanista. De él hemos hablado bastante en las clases de EB y EPD, lo veíamos en el segundo fragmento del vídeo de la película de "El amor tiene dos caras" donde la profesora mostraba su habilidad para transmitir literatura romántica mediante un discurso en el que hablaba del amor y como nos hace sentir, por ese discurso enternecía a todos sus alumnos, y ellos mostraban un gran interés por su materia. Contaba con un gran público, aunque sus palabras era distantes, no se ve que ella se muestre cercana con cada uno de los discentes de su asignatura, y toma al grupo como homogéneo sin tener en cuenta las características de cada uno (rasgo característico del modelo humanista en cuanto al grupo destinatario).


Al contrario que ocurre en cuanto a ese elemento curricular con el caso de el documental en el que utilizando un modelo didáctico en el que predominan elementos humanistas. El documental se llama "Ser y tener", y refleja como es una escuela rural unitaria en un pueblo de Francia, una escuela rural unitaria es aquella que se suele dar en un ambiente rural (perdón por la redundancia) y con pocos habitantes, donde algunos deben desplazarse a un núcleo para recibir clases. Estas escuelas engloban varios cursos en un mismo espacio físico, en el que niños desde los 5 años hasta los 14. Comparten espacio, pero el profesor se encarga de que cada uno vaya adquiriendo los conocimientos necesarios para que cuando terminen la escuela entren en el instituto con su título y tengan las competencias. El profesor cuenta con esto con mucho tiempo, ya que conoce a los niños desde que entran hasta que se salen, y también con la ventaja de que si un niño no ha adquirido lo suficiente en un año, tiene el año siguiente para ir adquiriendo los contenidos que corresponden a cada nivel. El profesor puede presumir de que cuenta con la mayor libertad de cátedra que un profesor puede pedir.

En el caso del documental el docente sí que utiliza el afecto y el establecer contacto físico con los discentes (poner su mano en el hombro de los niños, por ejemplo) para motivar a los alumnos y contar con un vínculo que llega a ser emotivo del que se vale para la progresión de los niños. Llama la atención que el propio maestro sea el jefe de estudios, director, orientador y tutor del centro. Y no duda en utilizar castigos y el diálogo entre los compañeros para que sepan lo que es el esfuerzo y el compañerismo.

En el documental se ve uno de los problemas que podemos encontrar en un modelo didáctico humanista que radica precisamente en el vínculo afectivo que establece entre el docente y el discente, ya que tarde o temprano ambos deberán separarse. Este 'problema' que arrastra el este modelo también resalta en otro documental que conozco y que esperaba que saliera en la asignatura, pero creo que nadie lo ha puesto. Por eso yo lo doy a conocer. Todo lo que pueda decir carece de sentido si no lo veis. Es un documental que merece la pena, muestra como un profesor japonés utiliza unos peculiares métodos de enseñanza-aprendizaje, plenamente humanistas. El documental, juega también con lo sensiblero de cara al televidente, pero el contenido didáctico es innegable, así como su eficacia. Tiene las mismas consecuencias negativas que las que se dan en el método utilizado por el profesor francés. Pero, personalmente por los resultados obtenidos (medibles y apreciables en el vídeo) lo que aprenden tanto docente como discentes está por encima de lo que podríamos llamar lastre del modelo humanista.

A continuación presento el documental (dura menos de 50 minutos), que está dividido en siete partes, siento no haberlo podido encontrar doblado al español, ya que el original es en japones y está doblado al catalán, pero si se pueden leer los subtítulos en español.

Esto es... ¡¡¡academicismo!!!

Como ya vimos en la entrada anterior el modelo de enseñanza academicista se puede dar en un contexto formal y vimos como se daba en una asignatura, incluso que se podía dar en todo un conjunto de asignaturas.Pero, ¿nos podemos imaginar el modelo academicista aplicado fuera de las aulas, encontrándose también en dentro de un contexto formal? Quizá sea difícil de imaginar, pero intentaré iluminaros con una famosa frase de película que pasan a las historia: "¡Esto es Esparta!". Sí, los espartanos llevaron el modelo academicista al contexto formal, y lo consiguieron mediante la Agogé, un sistema educativo en el que todo espartano estaba inmerso durante toda su vida, desde que supera la primera prueba después de su nacimiento hasta que muere.

En este sistema todo espartano tiene una función como instructor o instruyente. Este sistema perseguía una finalidad principal: formar soldados espartanos capaces de luchar manejando el armamento necesario y poniendo por encima de sus propios intereses, los intereses del Estado. Aquí ya localizamos un elemento curricular, el objetivo. Este objetivo, precisamente hace renunciar prácticamente a toda persona espartana a su libertad, tanto en el caso de los hombres, como en el de las mujeres, aunque de diferente manera, ya que las mujeres tenían más tiempo libre, pero también estaban sometidas al sistema y hasta los siete años tenían que educar a sus hijos según lo acordado por la Agogé, a partir de los siete años, los chicos pertenecían al Estado. Las mujeres podían tener a varios hombres, incluso resulta curioso que si formalizaba la relación con uno, los niños que tuviera ella fruto de la relación con otro podían ser del de la relación formar con el fin de garantizar la herencia. En esta costumbre se manifiesta lo funcionalista de este sistema. Otro fenómeno que demuestra el pragmatismo extremista es que el matrimonio era obligado, no en el sentido de la imposición de una determinada persona, sino para garantizar la herencia.

Como hemos apreciado, los destinatarios de este sistema son tanto hombres como mujeres, con funciones diferentes, aunque siempre con el fin de la formación para la batalla del hombre. Y sin tomar en cuenta las diferencias en la personalidad, físicas, o cualquier otra, por lo que afirmamos que hay una gran homogeneidad en el grupo de destinatarios, más acentuada en los varones (si indagamos más, en la juventud). Hay un elevado elitismo detrás del grupo destinatario de este sistema: no todos son aptos, y esto está vigente desde el momento del nacimiento de un niño espartano, ya que si los ancianos que examinan escrupulosamente al bebé notan que no vale, matan al niño. O sea, cualquier niño con una deficiencia, o incapacidad de nacimiento no es válido y no se le da la oportunidad de vivir. Eran tan sumamente elitistas que si el bebé presentaba síntomas de raquitismo al nacer, o no daba una talla o peso apropiado es asesinado igualmente. Esto lo podríamos denomimar algo así como selección artificial (en contraposición a la selección natural de Darwin) y es un caso que analógicamente es muy parecido a lo ocurrido en el nacismo o con la corriente pro-abortista actual, más concretamente en el caso en los que defiende la ley de casos (más cercano al caso el de la malformación fetal [con un límite máximo de interrupción de 22 semanas]). Por mucho que llamemos publicidad barata pro-vida a lo que acabo de hacer (más aun en el ambiente de los lectores de este blog), no se puede negar que la analogía existente sea evidente, por mucha política e ideología que haya de por medio. En este blog se trataba de analizar las actividades propuestas atendiendo al contexto político-social que nos rodea. Y mi labor como Educador Social jamás podría ser luchar porque matar sea un derecho, si no es un derecho SOCIAL e INDIVIDUAL vivir que alguien me diga lo contrario y lo rebatiré.


Centrándonos en el principal elemento del currículum academicista, los contenidos vemos que son muy concretos y simples: las habilidades necesarias para un soldado, entre las que se encuentran la fuerza, la habilidad y destreza con las armas, frialdad en el combate, tácticas o estrategias para la contienda (a nivel individual y grupal). Sabiendo que los espartanos deben adquirir estos conocimientos el sistema articula los demás elementos, que sólo buscan que los soldados puedan llevar estos contenidos al combaten y los los demuestren venciendo. Yéndonos a la forma de adquisición del contenido (metodología) nos encontramos con un sistema en el que cada espartano es formador o aprendiz (todo estipulado por el Estado espartano) y con que la instrucción es el método llevado acabo para formar a los futuros guerreros. La instrucción tiene un matiz de rectitud en el modo de trasmisión de contenidos, siendo los contenidos los nombrados anteriormente. Por ello se cuenta como recursos a personas que no hacen estrictamente de formador (como el padre o adiestradores) pero que hacen de apoyo en determinadas edades, como la madre. La evaluación es continua, ya que en todo momento es evaluado lo que se aprende, pero también hay momentos en los que se pone a pruebas a los soldados en el proceso de formación, por ejemplo, cuando se ve en el vídeo que el niño sale durante una noche para intentar sobrevivir ante condiciones adversas. En estos métodos de evaluación cabe destacar que la superación de las pruebas se consigue manteniendo la vida. En muchas ocasiones la pruebas consisten en que se enfrenten dos cara a cara; este sistema de evaluación sólo es causa de la búsqueda de ser de la élite. En cuanto a los que no superan las pruebas, podemos decir que la población está concienciada de que si no las supera es porque no vale.

Nos encontramos con la peculiaridad -una más, entre las muchas que tiene el sistema- de la separación del hijo de su madre, ocurre por con el fin de fomentar la frialdad y evitar el 'encariñamiento' en el futuro soldado.

Algunos seguiréis sin creer que este sistema de enseñanza aprendizaje sea formal, y la verdad es difícil comprenderlo, pero encontramos lo que nos permite afirmarlo: un currículo predefinido, que el sistema de enseñanza esté avalado e institucionalizado por el Estado, y obviamente lo está como  único sistema necesario de enseñanza-aprendizaje.

Tanto academicismo me recuerda a una película de Stanley Kubrick, "La chaqueta metálica". El principio de la tiene lugar en una academia militar, os muestro un fragmento del inicio de la película:


Una vez que todos han progresado desde que entraron y han adquirido los contenidos necesarios se pone de manifiesto uno de los lastres del modelo academicista llevado al extremo: tomar al grupo como homogéneo, sin tener en cuenta cómo es cada individuo atendiendo a sus demandas específicas. Las consecuencias se ven explícitamente en el siguiente y último vídeo, los comentarios sobran: http://www.youtube.com/watch?v=TNxXsGYkgxE&feature=related.

jueves, 19 de enero de 2012

Aprender es para siempre, queramos o no

En los años de enseñanza obligatoria y bachillerato se nos acostumbra desde pequeños a hacer exámenes en los que demostramos los conocimientos adquiridos, y a partir de ahí el profesor también podrá hacer una valoración de nuestros conocimientos, si son los suficientes nos aprobará, si no lo son suspenderemos. Sin darnos cuenta, en la mayoría de las asignaturas estamos siendo partícipes de un elemento curricular, que forma parte propiamente del modelo academicista para la enseñanza-aprendizaje en un contexto formal. La parte del currículo donde nos encontramos cuando realizamos un control o un examen es la evaluación, en la que el docente, mediante una información que recoge (en este caso una nota de examen) puede calificar si el discente posee o no las competencias que debe desarrollar para su asignatura.

En  cuanto al modelo academicista del que he hablado, y del que hablé en la entrada anterior puedo decir que es un modelo creado para enseñar, que consta de una serie de partes que ayudan a que el docente pueda organizar cada elemento que participa en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sabemos que esos elementos son los objetivos (¿qué pretende el docente?), contenidos (¿qué es lo que se debe saber?), metodología (¿de qué manera enseñará el docente?), grupos destinatarios (¿a quiénes van dirigidos os contenidos?), recursos didácticos (¿de qué se sirve el docente para que el discente aprenda?), formador (¿qué persona y con qué características actúa de docente?) y evaluación (¿cómo el docente valora lo aprendido por el discente?). Esas partes que componen al modelo academicista (y a cualquier otro modelo en el proceso de enseñanza-aprendizaje) reciben el nombre de elementos curriculares. Que en el caso del modelo academicista son unas particulares orientadas a un fin concreto dentro del proceso de enseñanza aprendizaje. Junto al modelo de academicista conviven otros como el humanista, conductista, cognitivista o sociocrítico, aunque sea el academicista el más utilizado en la educación formal.

El papagayo, el animal que más participa en el modelo academicista,
sobre todo cuando recitamos lo sabido como ellos.
Esto lo vemos en el primer fragmento del vídeo de 'El amor tiene dos caras', donde un profesor de matemáticas (o una rama de ellas) vemos claramente que aprecia un modelo didáctico con gran parte de los elementos curriculares que vemos de carácter academicista. Ya que el formador, el docente es un especialista en el tema, lo vemos por su capacidad para expresarse, sin apenas titubear en lo que dice, tiene tiempo hasta de bromear. En su metodología recurre a su voz y a la pizarra, que le sirve de apoyo para que los alumnos puedan tomar nota de lo que dice, esto facilita la tarea anotadora de los alumnos, que no la comprensiva, aunque sí que es cierto que por el ejercicio de comprensión que los alumnos deben realizar, a la larga la capacidad comprensiva de ellos comprensiva aumentará. También forma parte de su metodología el detalle de que no aparta la mirada de la pizarra en ningún momento.

Se aprecian otros elementos, su papel de profesor lo aprovecha como recurso para solo hablar él, además los contenidos son los mismos para todos los alumnos, lo que nos lleva a que el grupo destinatario es homogéneo totalmente. Se aprecian también matices y pequeños detalles que podrían seguir llevando el peso del modelo empleado hacia el academicista, como son que el docente resta importancia al hecho de que no se estén enterando los alumnos de su explicación y por otra parte, que propone una actividad ajena a la teoría de la asignatura que los alumnos ni comentan.


El resto de modelos los explicaré más adelante, ahora centrémonos en qué es la educación formal. Quizá no nos suene mucho, pero es algo en lo que muchos estamos todavía metidos,en lo que hemos pasado el 90% o más de nuestra vida y algo de lo que algunos nunca salen. Me refiero la enseñanza reglada (al caso del profesor de la película, por ejemplo), a aquellos estudios que realizamos y que son 'canjeados' por un título. Enseñanza reglada puede ser la recibida en el colegio, el instituto, la universidad o en algún órgano que presente el mismo contexto de enseñanza. En este caso los agentes (docente y discente) son alumno y profesor.

Pero hay más contextos educativos, por esto precisamente, existe la figura del educador social, ya que en otros contextos encontramos un campo de trabajo más amplio para éste. Son otros dos: la educación no formal y la informal. En la primera existe un currículo fijado, aunque no esté reglada la enseñanza, y en la informal no existe un currículo predefinido ni fijado, pero se siguen produciendo procesos de enseñanza aprendizaje, de está no podemos escapar, porque se da durante toda nuestra vida, es el caso de los procesos de enseñanza-aprendizaje que se producen en una familia, donde los padres pueden ser los docentes y el discente el hijo.

Como he dicho antes el educador social le debe mucho a la educación no formal y a la informal, porque aunque él pueda actuar en contextos formales de enseñanza reglada, el currículo que diseñará no será reglado por una institución. Por eso decimos que el educador social puede encontrarse un contexto formal de enseñanza (si se encuentra trabajando un un centro educativo reglado) pero que su trabajo real pertenece más bien a la enseñanza no formal, ya que planifica currículos pero no reglados. Pero no siempre han existido educadores sociales, sino que hasta que en 1991 en Barcelona no surgió su titulación la figura más parecida eran los educadores de calle. Estos intervenían  como mediadores en la calle en contextos no formales e informales, informal sobre todo porque no cuentan con horarios precisos, sino muy flexibles y tratan de solucionar de paliar las necesidades socioeducativas desde dentro del colectivo.

miércoles, 18 de enero de 2012

¡Qué nos pilla el toro!


En efecto, ¡nos pilla el toro!, aunque más que nos pilla, me pilla a mí. En la foto es una vaquilla con experiencia de capeas, pero en mi caso es un toro de los de la ganadería de Victorino y el recortador soy yo mismo. Yo mismo fui el que en la capea de la fotografía hizo de fotógrafo con tal de no acercarse a la vaquilla.

¿Por qué cuento toda esta milonga? Porque, ¿qué peores dimensiones se pueden prever para una cogida que las que promete haber con estas condiciones?: el límite de la entrega de todo el contenido del portafolios de Didáctica es dentro de 15 días y esta es mi segunda entrada de todo el curso, si a eso le sumamos que en estas dos semanas tengo otras cinco asignaturas que preparar para exámenes y que tengo que meter en las entradas lo aprendido de 6 EPDs propuestas, 5 lecturas, y casi 30 clases de EB,..., se quedan cortas mis previsiones, ¿no?.

En estos momentos uno se acuerda de todas las mañanas y tardes que ha dedicado con sus compañeros a ver pasar las horas en una de las mesas del pasillo de la UPO (no sólo de eso, pero eso concretamente es una de las cosas que más desaniman). Porque mi primera entrada quizá prometía, sí. Pero es que dice un refrán que no es como se empieza, sino como se acaba; el señor Del Nido ya se encargó de decírselo a los béticos (a los que tengo mucha simpatía) a principio de temporada y aunque la credibilidad de este señor está muy en duda desde que salió cierta sentencia en la que debía cumplir años entre rejas, nadie puede dudar que a día de hoy tuviera razón: el Betis pasó en pocas semanas del liderato a los puestos de descenso.

Ahora con el cronómetro puesto en el modo contando hacia atrás mis planes con respecto a como afrontar yo la asignatura de Didáctica de la Educación Social han cambiado mucho. Ya que ahora mismo tengo por delante el objetivo de aprobar que el de que el docente de esta asignatura aprecie que he aprobado, me preocupa no tener todos los contenidos necesarios para la fecha de entrega, a parte de eso es posible que al no cumplirse ya uno de los objetivos del portafolios: que el docente vaya viendo y evaluando la progresión paulatina del alumno, tampoco habrá el feedback que se esperaba por parte del profesor, en esta ocasión el docente lo que verá en mí será si tengo capacidad o no para meter lo aprendido en cuatro meses en las entradas que realice durante estas dos semanas, también verá una evolución  con respecto a la primera entrada de octubre pero a penas se podrá calificar eso. Pero lo de hacer virguerías para sintetizarlo todo sin renunciar a la exigencia propia de que sea de calidad.

Por lo que ahora, para que se vea algo de progresión en mí, voy a decir lo que pensaba del vídeo que vimos en clase de Lifted (Abducido) y el análisis que haría ahora con los conocimientos adquiridos a lo largo de la asignatura. El punto de partida que tenía sobre el vídeo era muy escaso, ya que era antes de conocer los modelos curriculares y los elementos del currículo. Podía reconocer una especie de analogía entre lo que se presenta en el corto y un examen del coche práctico, pero no sabía, que había bastante contenido detrás de ese vídeo. Recuerdo que los elementos del currículo los sacamos entre todos, porque nosotros formábamos parte de un currículo, pero no eramos del todo consciente, por lo tanto sabemos cuales son sus elementos aunque voluntariamente no queramos reconocerlos. Además tuvo mérito eso de sacar los elementos curriculares porque el vídeo concreta y más explícitamente sólo nos mostraba uno de ellos: la evaluación. Por esas fechas la instrucción o el método academicista me sonaba a chino, pero con el tiempo me fui quedando con los elementos curriculares del modelo academicista sin dar siquiera cuenta de que estaba aprendiendo. Cuando veía en el vídeo que el docente o examinador (en el caso concreto del vídeo) no corregía al discente en el proceso de evaluación pensaba que el profesor estaba descuidando su seguridad y que actuaba con negligencia, pero después de conocer por ejemplo el modelo academicista me di cuenta de que el proceso de aprendizaje, en lo que al modelo academicista se refiere, el docente no reacciona ante las respuestas del alumno/discente. También me resultaba curioso en su día cuando lo vi, y me sigue resultando que el alumno extraterrestre no tiene ni idea de como conducir la nave espacial (se nota en todo momento) pero sin embargo llega el momento de examinarse y el profesor le cede toda la responsabilidad al que se examina. De eso saco que en el método academicista el examen suele ser siempre duro para el alumno porque el sistema en parte pretende forjarle, que vaya superando el miedo, es una forma de ello.


Como conclusión a esta entrada y en referencia al corto, aporto del modelo academicista, al que en educación se tiende por pereza (es lo más fácil para el docente) y el que se da en muchas ocasiones para fomentar e implantar un modo de vida o pensamiento. De esto seguiré hablando en próximas entradas.