domingo, 29 de enero de 2012

Enseñar a sentir y a empatizar

¿Se puede enseñar a sentir y a empatizar en las aulas? Es decir, ¿podemos fomentar en el colegio o en el instituto que los niños la búsqueda de la felicidad y se pongan en el lugar unos de otros?

Normalmente los 'profesores más progresistas' que tienen métodos de enseñanza que no son el academicista, recurren a elementos curriculares del modelo cognitivista, haciendo que los muchachos piensen y así lleguen a la solución de un problema de matemáticas o física, a la interpretación de un comentario de texto intuyendo por sentido común la función de algún término desconocido. Este modelo pretende el desarrollo de los procesos mentales y es un modelo que entretiene y que permite el desarrollo de los procesos mentales. No suele resultar tampoco aburrido para el discente y aunque no es tan cómodo para el docente, pero sí que le garantiza que sus alumno han pensado y le han dado vueltas al tarro.

Pero existe otra alternativa en la educación donde se fomenten valores, actitudes o interrogaciones sobre cuál es nuestro lugar en el mundo. Hay un modelo que permite esta manera de enseñar, hablamos del modelo humanista. De él hemos hablado bastante en las clases de EB y EPD, lo veíamos en el segundo fragmento del vídeo de la película de "El amor tiene dos caras" donde la profesora mostraba su habilidad para transmitir literatura romántica mediante un discurso en el que hablaba del amor y como nos hace sentir, por ese discurso enternecía a todos sus alumnos, y ellos mostraban un gran interés por su materia. Contaba con un gran público, aunque sus palabras era distantes, no se ve que ella se muestre cercana con cada uno de los discentes de su asignatura, y toma al grupo como homogéneo sin tener en cuenta las características de cada uno (rasgo característico del modelo humanista en cuanto al grupo destinatario).


Al contrario que ocurre en cuanto a ese elemento curricular con el caso de el documental en el que utilizando un modelo didáctico en el que predominan elementos humanistas. El documental se llama "Ser y tener", y refleja como es una escuela rural unitaria en un pueblo de Francia, una escuela rural unitaria es aquella que se suele dar en un ambiente rural (perdón por la redundancia) y con pocos habitantes, donde algunos deben desplazarse a un núcleo para recibir clases. Estas escuelas engloban varios cursos en un mismo espacio físico, en el que niños desde los 5 años hasta los 14. Comparten espacio, pero el profesor se encarga de que cada uno vaya adquiriendo los conocimientos necesarios para que cuando terminen la escuela entren en el instituto con su título y tengan las competencias. El profesor cuenta con esto con mucho tiempo, ya que conoce a los niños desde que entran hasta que se salen, y también con la ventaja de que si un niño no ha adquirido lo suficiente en un año, tiene el año siguiente para ir adquiriendo los contenidos que corresponden a cada nivel. El profesor puede presumir de que cuenta con la mayor libertad de cátedra que un profesor puede pedir.

En el caso del documental el docente sí que utiliza el afecto y el establecer contacto físico con los discentes (poner su mano en el hombro de los niños, por ejemplo) para motivar a los alumnos y contar con un vínculo que llega a ser emotivo del que se vale para la progresión de los niños. Llama la atención que el propio maestro sea el jefe de estudios, director, orientador y tutor del centro. Y no duda en utilizar castigos y el diálogo entre los compañeros para que sepan lo que es el esfuerzo y el compañerismo.

En el documental se ve uno de los problemas que podemos encontrar en un modelo didáctico humanista que radica precisamente en el vínculo afectivo que establece entre el docente y el discente, ya que tarde o temprano ambos deberán separarse. Este 'problema' que arrastra el este modelo también resalta en otro documental que conozco y que esperaba que saliera en la asignatura, pero creo que nadie lo ha puesto. Por eso yo lo doy a conocer. Todo lo que pueda decir carece de sentido si no lo veis. Es un documental que merece la pena, muestra como un profesor japonés utiliza unos peculiares métodos de enseñanza-aprendizaje, plenamente humanistas. El documental, juega también con lo sensiblero de cara al televidente, pero el contenido didáctico es innegable, así como su eficacia. Tiene las mismas consecuencias negativas que las que se dan en el método utilizado por el profesor francés. Pero, personalmente por los resultados obtenidos (medibles y apreciables en el vídeo) lo que aprenden tanto docente como discentes está por encima de lo que podríamos llamar lastre del modelo humanista.

A continuación presento el documental (dura menos de 50 minutos), que está dividido en siete partes, siento no haberlo podido encontrar doblado al español, ya que el original es en japones y está doblado al catalán, pero si se pueden leer los subtítulos en español.

Esto es... ¡¡¡academicismo!!!

Como ya vimos en la entrada anterior el modelo de enseñanza academicista se puede dar en un contexto formal y vimos como se daba en una asignatura, incluso que se podía dar en todo un conjunto de asignaturas.Pero, ¿nos podemos imaginar el modelo academicista aplicado fuera de las aulas, encontrándose también en dentro de un contexto formal? Quizá sea difícil de imaginar, pero intentaré iluminaros con una famosa frase de película que pasan a las historia: "¡Esto es Esparta!". Sí, los espartanos llevaron el modelo academicista al contexto formal, y lo consiguieron mediante la Agogé, un sistema educativo en el que todo espartano estaba inmerso durante toda su vida, desde que supera la primera prueba después de su nacimiento hasta que muere.

En este sistema todo espartano tiene una función como instructor o instruyente. Este sistema perseguía una finalidad principal: formar soldados espartanos capaces de luchar manejando el armamento necesario y poniendo por encima de sus propios intereses, los intereses del Estado. Aquí ya localizamos un elemento curricular, el objetivo. Este objetivo, precisamente hace renunciar prácticamente a toda persona espartana a su libertad, tanto en el caso de los hombres, como en el de las mujeres, aunque de diferente manera, ya que las mujeres tenían más tiempo libre, pero también estaban sometidas al sistema y hasta los siete años tenían que educar a sus hijos según lo acordado por la Agogé, a partir de los siete años, los chicos pertenecían al Estado. Las mujeres podían tener a varios hombres, incluso resulta curioso que si formalizaba la relación con uno, los niños que tuviera ella fruto de la relación con otro podían ser del de la relación formar con el fin de garantizar la herencia. En esta costumbre se manifiesta lo funcionalista de este sistema. Otro fenómeno que demuestra el pragmatismo extremista es que el matrimonio era obligado, no en el sentido de la imposición de una determinada persona, sino para garantizar la herencia.

Como hemos apreciado, los destinatarios de este sistema son tanto hombres como mujeres, con funciones diferentes, aunque siempre con el fin de la formación para la batalla del hombre. Y sin tomar en cuenta las diferencias en la personalidad, físicas, o cualquier otra, por lo que afirmamos que hay una gran homogeneidad en el grupo de destinatarios, más acentuada en los varones (si indagamos más, en la juventud). Hay un elevado elitismo detrás del grupo destinatario de este sistema: no todos son aptos, y esto está vigente desde el momento del nacimiento de un niño espartano, ya que si los ancianos que examinan escrupulosamente al bebé notan que no vale, matan al niño. O sea, cualquier niño con una deficiencia, o incapacidad de nacimiento no es válido y no se le da la oportunidad de vivir. Eran tan sumamente elitistas que si el bebé presentaba síntomas de raquitismo al nacer, o no daba una talla o peso apropiado es asesinado igualmente. Esto lo podríamos denomimar algo así como selección artificial (en contraposición a la selección natural de Darwin) y es un caso que analógicamente es muy parecido a lo ocurrido en el nacismo o con la corriente pro-abortista actual, más concretamente en el caso en los que defiende la ley de casos (más cercano al caso el de la malformación fetal [con un límite máximo de interrupción de 22 semanas]). Por mucho que llamemos publicidad barata pro-vida a lo que acabo de hacer (más aun en el ambiente de los lectores de este blog), no se puede negar que la analogía existente sea evidente, por mucha política e ideología que haya de por medio. En este blog se trataba de analizar las actividades propuestas atendiendo al contexto político-social que nos rodea. Y mi labor como Educador Social jamás podría ser luchar porque matar sea un derecho, si no es un derecho SOCIAL e INDIVIDUAL vivir que alguien me diga lo contrario y lo rebatiré.


Centrándonos en el principal elemento del currículum academicista, los contenidos vemos que son muy concretos y simples: las habilidades necesarias para un soldado, entre las que se encuentran la fuerza, la habilidad y destreza con las armas, frialdad en el combate, tácticas o estrategias para la contienda (a nivel individual y grupal). Sabiendo que los espartanos deben adquirir estos conocimientos el sistema articula los demás elementos, que sólo buscan que los soldados puedan llevar estos contenidos al combaten y los los demuestren venciendo. Yéndonos a la forma de adquisición del contenido (metodología) nos encontramos con un sistema en el que cada espartano es formador o aprendiz (todo estipulado por el Estado espartano) y con que la instrucción es el método llevado acabo para formar a los futuros guerreros. La instrucción tiene un matiz de rectitud en el modo de trasmisión de contenidos, siendo los contenidos los nombrados anteriormente. Por ello se cuenta como recursos a personas que no hacen estrictamente de formador (como el padre o adiestradores) pero que hacen de apoyo en determinadas edades, como la madre. La evaluación es continua, ya que en todo momento es evaluado lo que se aprende, pero también hay momentos en los que se pone a pruebas a los soldados en el proceso de formación, por ejemplo, cuando se ve en el vídeo que el niño sale durante una noche para intentar sobrevivir ante condiciones adversas. En estos métodos de evaluación cabe destacar que la superación de las pruebas se consigue manteniendo la vida. En muchas ocasiones la pruebas consisten en que se enfrenten dos cara a cara; este sistema de evaluación sólo es causa de la búsqueda de ser de la élite. En cuanto a los que no superan las pruebas, podemos decir que la población está concienciada de que si no las supera es porque no vale.

Nos encontramos con la peculiaridad -una más, entre las muchas que tiene el sistema- de la separación del hijo de su madre, ocurre por con el fin de fomentar la frialdad y evitar el 'encariñamiento' en el futuro soldado.

Algunos seguiréis sin creer que este sistema de enseñanza aprendizaje sea formal, y la verdad es difícil comprenderlo, pero encontramos lo que nos permite afirmarlo: un currículo predefinido, que el sistema de enseñanza esté avalado e institucionalizado por el Estado, y obviamente lo está como  único sistema necesario de enseñanza-aprendizaje.

Tanto academicismo me recuerda a una película de Stanley Kubrick, "La chaqueta metálica". El principio de la tiene lugar en una academia militar, os muestro un fragmento del inicio de la película:


Una vez que todos han progresado desde que entraron y han adquirido los contenidos necesarios se pone de manifiesto uno de los lastres del modelo academicista llevado al extremo: tomar al grupo como homogéneo, sin tener en cuenta cómo es cada individuo atendiendo a sus demandas específicas. Las consecuencias se ven explícitamente en el siguiente y último vídeo, los comentarios sobran: http://www.youtube.com/watch?v=TNxXsGYkgxE&feature=related.

jueves, 19 de enero de 2012

Aprender es para siempre, queramos o no

En los años de enseñanza obligatoria y bachillerato se nos acostumbra desde pequeños a hacer exámenes en los que demostramos los conocimientos adquiridos, y a partir de ahí el profesor también podrá hacer una valoración de nuestros conocimientos, si son los suficientes nos aprobará, si no lo son suspenderemos. Sin darnos cuenta, en la mayoría de las asignaturas estamos siendo partícipes de un elemento curricular, que forma parte propiamente del modelo academicista para la enseñanza-aprendizaje en un contexto formal. La parte del currículo donde nos encontramos cuando realizamos un control o un examen es la evaluación, en la que el docente, mediante una información que recoge (en este caso una nota de examen) puede calificar si el discente posee o no las competencias que debe desarrollar para su asignatura.

En  cuanto al modelo academicista del que he hablado, y del que hablé en la entrada anterior puedo decir que es un modelo creado para enseñar, que consta de una serie de partes que ayudan a que el docente pueda organizar cada elemento que participa en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sabemos que esos elementos son los objetivos (¿qué pretende el docente?), contenidos (¿qué es lo que se debe saber?), metodología (¿de qué manera enseñará el docente?), grupos destinatarios (¿a quiénes van dirigidos os contenidos?), recursos didácticos (¿de qué se sirve el docente para que el discente aprenda?), formador (¿qué persona y con qué características actúa de docente?) y evaluación (¿cómo el docente valora lo aprendido por el discente?). Esas partes que componen al modelo academicista (y a cualquier otro modelo en el proceso de enseñanza-aprendizaje) reciben el nombre de elementos curriculares. Que en el caso del modelo academicista son unas particulares orientadas a un fin concreto dentro del proceso de enseñanza aprendizaje. Junto al modelo de academicista conviven otros como el humanista, conductista, cognitivista o sociocrítico, aunque sea el academicista el más utilizado en la educación formal.

El papagayo, el animal que más participa en el modelo academicista,
sobre todo cuando recitamos lo sabido como ellos.
Esto lo vemos en el primer fragmento del vídeo de 'El amor tiene dos caras', donde un profesor de matemáticas (o una rama de ellas) vemos claramente que aprecia un modelo didáctico con gran parte de los elementos curriculares que vemos de carácter academicista. Ya que el formador, el docente es un especialista en el tema, lo vemos por su capacidad para expresarse, sin apenas titubear en lo que dice, tiene tiempo hasta de bromear. En su metodología recurre a su voz y a la pizarra, que le sirve de apoyo para que los alumnos puedan tomar nota de lo que dice, esto facilita la tarea anotadora de los alumnos, que no la comprensiva, aunque sí que es cierto que por el ejercicio de comprensión que los alumnos deben realizar, a la larga la capacidad comprensiva de ellos comprensiva aumentará. También forma parte de su metodología el detalle de que no aparta la mirada de la pizarra en ningún momento.

Se aprecian otros elementos, su papel de profesor lo aprovecha como recurso para solo hablar él, además los contenidos son los mismos para todos los alumnos, lo que nos lleva a que el grupo destinatario es homogéneo totalmente. Se aprecian también matices y pequeños detalles que podrían seguir llevando el peso del modelo empleado hacia el academicista, como son que el docente resta importancia al hecho de que no se estén enterando los alumnos de su explicación y por otra parte, que propone una actividad ajena a la teoría de la asignatura que los alumnos ni comentan.


El resto de modelos los explicaré más adelante, ahora centrémonos en qué es la educación formal. Quizá no nos suene mucho, pero es algo en lo que muchos estamos todavía metidos,en lo que hemos pasado el 90% o más de nuestra vida y algo de lo que algunos nunca salen. Me refiero la enseñanza reglada (al caso del profesor de la película, por ejemplo), a aquellos estudios que realizamos y que son 'canjeados' por un título. Enseñanza reglada puede ser la recibida en el colegio, el instituto, la universidad o en algún órgano que presente el mismo contexto de enseñanza. En este caso los agentes (docente y discente) son alumno y profesor.

Pero hay más contextos educativos, por esto precisamente, existe la figura del educador social, ya que en otros contextos encontramos un campo de trabajo más amplio para éste. Son otros dos: la educación no formal y la informal. En la primera existe un currículo fijado, aunque no esté reglada la enseñanza, y en la informal no existe un currículo predefinido ni fijado, pero se siguen produciendo procesos de enseñanza aprendizaje, de está no podemos escapar, porque se da durante toda nuestra vida, es el caso de los procesos de enseñanza-aprendizaje que se producen en una familia, donde los padres pueden ser los docentes y el discente el hijo.

Como he dicho antes el educador social le debe mucho a la educación no formal y a la informal, porque aunque él pueda actuar en contextos formales de enseñanza reglada, el currículo que diseñará no será reglado por una institución. Por eso decimos que el educador social puede encontrarse un contexto formal de enseñanza (si se encuentra trabajando un un centro educativo reglado) pero que su trabajo real pertenece más bien a la enseñanza no formal, ya que planifica currículos pero no reglados. Pero no siempre han existido educadores sociales, sino que hasta que en 1991 en Barcelona no surgió su titulación la figura más parecida eran los educadores de calle. Estos intervenían  como mediadores en la calle en contextos no formales e informales, informal sobre todo porque no cuentan con horarios precisos, sino muy flexibles y tratan de solucionar de paliar las necesidades socioeducativas desde dentro del colectivo.

miércoles, 18 de enero de 2012

¡Qué nos pilla el toro!


En efecto, ¡nos pilla el toro!, aunque más que nos pilla, me pilla a mí. En la foto es una vaquilla con experiencia de capeas, pero en mi caso es un toro de los de la ganadería de Victorino y el recortador soy yo mismo. Yo mismo fui el que en la capea de la fotografía hizo de fotógrafo con tal de no acercarse a la vaquilla.

¿Por qué cuento toda esta milonga? Porque, ¿qué peores dimensiones se pueden prever para una cogida que las que promete haber con estas condiciones?: el límite de la entrega de todo el contenido del portafolios de Didáctica es dentro de 15 días y esta es mi segunda entrada de todo el curso, si a eso le sumamos que en estas dos semanas tengo otras cinco asignaturas que preparar para exámenes y que tengo que meter en las entradas lo aprendido de 6 EPDs propuestas, 5 lecturas, y casi 30 clases de EB,..., se quedan cortas mis previsiones, ¿no?.

En estos momentos uno se acuerda de todas las mañanas y tardes que ha dedicado con sus compañeros a ver pasar las horas en una de las mesas del pasillo de la UPO (no sólo de eso, pero eso concretamente es una de las cosas que más desaniman). Porque mi primera entrada quizá prometía, sí. Pero es que dice un refrán que no es como se empieza, sino como se acaba; el señor Del Nido ya se encargó de decírselo a los béticos (a los que tengo mucha simpatía) a principio de temporada y aunque la credibilidad de este señor está muy en duda desde que salió cierta sentencia en la que debía cumplir años entre rejas, nadie puede dudar que a día de hoy tuviera razón: el Betis pasó en pocas semanas del liderato a los puestos de descenso.

Ahora con el cronómetro puesto en el modo contando hacia atrás mis planes con respecto a como afrontar yo la asignatura de Didáctica de la Educación Social han cambiado mucho. Ya que ahora mismo tengo por delante el objetivo de aprobar que el de que el docente de esta asignatura aprecie que he aprobado, me preocupa no tener todos los contenidos necesarios para la fecha de entrega, a parte de eso es posible que al no cumplirse ya uno de los objetivos del portafolios: que el docente vaya viendo y evaluando la progresión paulatina del alumno, tampoco habrá el feedback que se esperaba por parte del profesor, en esta ocasión el docente lo que verá en mí será si tengo capacidad o no para meter lo aprendido en cuatro meses en las entradas que realice durante estas dos semanas, también verá una evolución  con respecto a la primera entrada de octubre pero a penas se podrá calificar eso. Pero lo de hacer virguerías para sintetizarlo todo sin renunciar a la exigencia propia de que sea de calidad.

Por lo que ahora, para que se vea algo de progresión en mí, voy a decir lo que pensaba del vídeo que vimos en clase de Lifted (Abducido) y el análisis que haría ahora con los conocimientos adquiridos a lo largo de la asignatura. El punto de partida que tenía sobre el vídeo era muy escaso, ya que era antes de conocer los modelos curriculares y los elementos del currículo. Podía reconocer una especie de analogía entre lo que se presenta en el corto y un examen del coche práctico, pero no sabía, que había bastante contenido detrás de ese vídeo. Recuerdo que los elementos del currículo los sacamos entre todos, porque nosotros formábamos parte de un currículo, pero no eramos del todo consciente, por lo tanto sabemos cuales son sus elementos aunque voluntariamente no queramos reconocerlos. Además tuvo mérito eso de sacar los elementos curriculares porque el vídeo concreta y más explícitamente sólo nos mostraba uno de ellos: la evaluación. Por esas fechas la instrucción o el método academicista me sonaba a chino, pero con el tiempo me fui quedando con los elementos curriculares del modelo academicista sin dar siquiera cuenta de que estaba aprendiendo. Cuando veía en el vídeo que el docente o examinador (en el caso concreto del vídeo) no corregía al discente en el proceso de evaluación pensaba que el profesor estaba descuidando su seguridad y que actuaba con negligencia, pero después de conocer por ejemplo el modelo academicista me di cuenta de que el proceso de aprendizaje, en lo que al modelo academicista se refiere, el docente no reacciona ante las respuestas del alumno/discente. También me resultaba curioso en su día cuando lo vi, y me sigue resultando que el alumno extraterrestre no tiene ni idea de como conducir la nave espacial (se nota en todo momento) pero sin embargo llega el momento de examinarse y el profesor le cede toda la responsabilidad al que se examina. De eso saco que en el método academicista el examen suele ser siempre duro para el alumno porque el sistema en parte pretende forjarle, que vaya superando el miedo, es una forma de ello.


Como conclusión a esta entrada y en referencia al corto, aporto del modelo academicista, al que en educación se tiende por pereza (es lo más fácil para el docente) y el que se da en muchas ocasiones para fomentar e implantar un modo de vida o pensamiento. De esto seguiré hablando en próximas entradas.