lunes, 7 de mayo de 2012

"¿Qué es el miedo en didáctica?"

"¿Qué es el miedo en didáctica?", todavía recuerdo el contexto en el que la profesora dijo esta frase. Era la primera lectura de la asignatura, 'Análisis de los paradigmas educativos consensuados. Crítica a los paradigmas educativos consensuados.' Ninguno de los compañeros que acabábamos de leer lo que llamábamos 'la lectura de los paradigmas' podíamos ocultar nuestra confusión, ignorancia, desconcierto o temor, ya que apenas conseguimos enterarnos de la mitad de los paradigmas que analiza y criticaba el autor del informe con la primera lectura. Esta confusión tenía su explicación: nunca habíamos estudiado ni leído nada sobre las ciencias de la educación y no manejábamos los términos que se exponían en la lectura, había otro plus que nos cegaba y nos impedía comprender el contenido, el miedo, el juzgar la lectura como difícil desde el principio. Apenas logramos entender el título y eso ya nos influyó para el resto de las páginas que componían el análisis y la crítica a los paradigmas educativos. Eso era la lectura, en primer lugar un análisis más objetivo de los paradigmas que considera el autor que abordan la didáctica, en esta exposición se acerca a la objetividad, aunque se denota gran subjetividad que lo aportan las valoraciones y críticas hacia los paradigmas. También explica porque ha incluido a cada paradigma como paradigma.


Porque sabemos que todo no lo podemos considerar paradigma, y esto lo tenemos más en didáctica una vez que conocimos los diferentes modelos de enseñanza, cada uno de los modelos no puede ser considerado un paradigma, pero sí que existe relación entre un paradigma y lo que deriva en un modelo de enseñanza, como puede existir esta relación entre el  positivista y el modelo academicista. Es cierto que la parte útil del paradigma es el modelo en sí porque es lo más palpable, pero hay un razonamiento debido a la ideología, creencias e intereses de un pensamiento filosófico-político detrás de cada uno.

Volviendo a lo del miedo causado por algo que rompe con lo que nos esperamos o estamos acostumbrados a vivir (y que posteriormente desemboca en lo que puede ser un sesgo de rechazo hacia lo que no entra por nuestro filtro de la razón), este 'fenómeno' es algo que no sólo le ocurre a jóvenes estudiantes como a nosotros, sino también a cualquier persona, a nuestros docentes, los que fueron docentes de nuestros docentes, a los jefes de nuestros docentes y a los jefes de sus jefes, así hasta llegar hasta la cúspide de esta pirámide jerárquica o estructuración funcional (si es que así nadie es ofendido).

Lo que más llama la atención de este miedo a lo desconocido es la reacción y las consecuencias que provoca en quien lo padece. Ayer mismo lo vi en un rector (por eso digo que hasta en docentes de nuestros docentes o en jefes de nuestros docentes lo podemos ver), el rector de la Universidad Internacional de La Rioja (una universidad privada virtual, en la que por cierto se oferta las titulaciones de Trabajo Social y la de Educación Social), éste señor dijo unas palabras un tanto despectivas sobre los pedagogos, refería sobre ellos que se creían saber la manera adecuada de cómo dar clases, que se habían metido en la enseñanza primaria, secundaria y bachiller y que ahora pretendían lo mismo con la enseñanza universitaria, añadía que pisaban el terreno a los profesores, y todo esto salió a propósito del Máster requerido para los licenciados/graduados que pretendan dedicarse a la docencia. Además manifestó un rechazo (no menos despectivo) a la ideología de izquierdas y al paradigma científico-político-educativo ambientalista. El ambientalismo es una corriente que es el extremo opuesto al innatismo y que trataron de que cayera por su propio peso los precursores del paradigma sociocrítico como Paulo Freire en su pedagogía de la liberación o José Gimeno Sacristán (figura más destacada en España de esta pedagogía, y mencinado en varias ocasiones en este blog). Sabemos en la actualidad, y esto es innegable que el innatismo es erróneo y que está lleno de prejuicios y estereotipos. Por lo tanto este señor, el catedrático D. José Mª Vázquez García-Peñuela o cualquier otra persona que rechace es exclusivamente porque el miedo a lo desconocido ha desencadenado en él un sesgo de confirmación que le hará rechazar lo que no entra dentro de se parecer.

D. José María Vázquez García-Peñuela, Catedrático de Derecho eclesiástico y rector de la UNIR.

Esto no sólo pasa con educación o política, pasa diariamente cuando no nos enfrentamos a los miedos y dejamos que el tiempo sea el que supere estos miedos, y nos equivocamos, porque es cierto que el tiempo hará superar los miedos, pero sólo lo superaremos de verdad cuando participemos activamente por descubrir que es lo que hay más allá de las apariencias. Así despertaremos de verdaddel letargo de una vez a nuestra amiga la ignorancia.


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