miércoles, 18 de enero de 2012

¡Qué nos pilla el toro!


En efecto, ¡nos pilla el toro!, aunque más que nos pilla, me pilla a mí. En la foto es una vaquilla con experiencia de capeas, pero en mi caso es un toro de los de la ganadería de Victorino y el recortador soy yo mismo. Yo mismo fui el que en la capea de la fotografía hizo de fotógrafo con tal de no acercarse a la vaquilla.

¿Por qué cuento toda esta milonga? Porque, ¿qué peores dimensiones se pueden prever para una cogida que las que promete haber con estas condiciones?: el límite de la entrega de todo el contenido del portafolios de Didáctica es dentro de 15 días y esta es mi segunda entrada de todo el curso, si a eso le sumamos que en estas dos semanas tengo otras cinco asignaturas que preparar para exámenes y que tengo que meter en las entradas lo aprendido de 6 EPDs propuestas, 5 lecturas, y casi 30 clases de EB,..., se quedan cortas mis previsiones, ¿no?.

En estos momentos uno se acuerda de todas las mañanas y tardes que ha dedicado con sus compañeros a ver pasar las horas en una de las mesas del pasillo de la UPO (no sólo de eso, pero eso concretamente es una de las cosas que más desaniman). Porque mi primera entrada quizá prometía, sí. Pero es que dice un refrán que no es como se empieza, sino como se acaba; el señor Del Nido ya se encargó de decírselo a los béticos (a los que tengo mucha simpatía) a principio de temporada y aunque la credibilidad de este señor está muy en duda desde que salió cierta sentencia en la que debía cumplir años entre rejas, nadie puede dudar que a día de hoy tuviera razón: el Betis pasó en pocas semanas del liderato a los puestos de descenso.

Ahora con el cronómetro puesto en el modo contando hacia atrás mis planes con respecto a como afrontar yo la asignatura de Didáctica de la Educación Social han cambiado mucho. Ya que ahora mismo tengo por delante el objetivo de aprobar que el de que el docente de esta asignatura aprecie que he aprobado, me preocupa no tener todos los contenidos necesarios para la fecha de entrega, a parte de eso es posible que al no cumplirse ya uno de los objetivos del portafolios: que el docente vaya viendo y evaluando la progresión paulatina del alumno, tampoco habrá el feedback que se esperaba por parte del profesor, en esta ocasión el docente lo que verá en mí será si tengo capacidad o no para meter lo aprendido en cuatro meses en las entradas que realice durante estas dos semanas, también verá una evolución  con respecto a la primera entrada de octubre pero a penas se podrá calificar eso. Pero lo de hacer virguerías para sintetizarlo todo sin renunciar a la exigencia propia de que sea de calidad.

Por lo que ahora, para que se vea algo de progresión en mí, voy a decir lo que pensaba del vídeo que vimos en clase de Lifted (Abducido) y el análisis que haría ahora con los conocimientos adquiridos a lo largo de la asignatura. El punto de partida que tenía sobre el vídeo era muy escaso, ya que era antes de conocer los modelos curriculares y los elementos del currículo. Podía reconocer una especie de analogía entre lo que se presenta en el corto y un examen del coche práctico, pero no sabía, que había bastante contenido detrás de ese vídeo. Recuerdo que los elementos del currículo los sacamos entre todos, porque nosotros formábamos parte de un currículo, pero no eramos del todo consciente, por lo tanto sabemos cuales son sus elementos aunque voluntariamente no queramos reconocerlos. Además tuvo mérito eso de sacar los elementos curriculares porque el vídeo concreta y más explícitamente sólo nos mostraba uno de ellos: la evaluación. Por esas fechas la instrucción o el método academicista me sonaba a chino, pero con el tiempo me fui quedando con los elementos curriculares del modelo academicista sin dar siquiera cuenta de que estaba aprendiendo. Cuando veía en el vídeo que el docente o examinador (en el caso concreto del vídeo) no corregía al discente en el proceso de evaluación pensaba que el profesor estaba descuidando su seguridad y que actuaba con negligencia, pero después de conocer por ejemplo el modelo academicista me di cuenta de que el proceso de aprendizaje, en lo que al modelo academicista se refiere, el docente no reacciona ante las respuestas del alumno/discente. También me resultaba curioso en su día cuando lo vi, y me sigue resultando que el alumno extraterrestre no tiene ni idea de como conducir la nave espacial (se nota en todo momento) pero sin embargo llega el momento de examinarse y el profesor le cede toda la responsabilidad al que se examina. De eso saco que en el método academicista el examen suele ser siempre duro para el alumno porque el sistema en parte pretende forjarle, que vaya superando el miedo, es una forma de ello.


Como conclusión a esta entrada y en referencia al corto, aporto del modelo academicista, al que en educación se tiende por pereza (es lo más fácil para el docente) y el que se da en muchas ocasiones para fomentar e implantar un modo de vida o pensamiento. De esto seguiré hablando en próximas entradas.

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